Fibromialgia

escribe: Dra. Marta Jáuregui

Abordaje interdisciplinario

Los médicos clínicos, los especialistas en dolor y los reumatólogos reciben con frecuencia consultas de personas que se quejan de dolor corporal crónico, asociado a otros síntomas como la falta de sueño reparador, la fatiga y la depresión. A muchos de estos pacientes se les da el diagnóstico de fibromialgia. Esta es una condición compleja por el desconocimiento de su origen, que hace problemático al tratamiento, lo que deviene a veces en un deterioro en la relación médico-paciente y en una continuidad del sufrimiento sin encontrarse soluciones.

 

¿Qué es la fibromialgia y cuál es su frecuencia?

En la práctica de la medicina general, el diagnóstico de fibromialgia se hace en los pacientes con dolor crónico generalizado de más de 3 meses de duración, múltiples puntos musculares sensibles a la palpación, distribuidos por todo el cuerpo y síntomas asociados como el sueño no reparador o fatiga.

Las estadísticas dan cifras que van del 2% al 10% de prevalencia en la población general, lo que muestra la dificultad diagnóstica. Es más frecuente en mujeres y predomina en la edad media de la vida.

El diagnóstico es clínico, por la sintomatología, por la ausencia de otras enfermedades que puedan provocar el mismo tipo de dolor y por el resultado negativo de pruebas de laboratorio indicadoras de otras enfermedades, como las autoinmunes.

En muchos estudios se buscó la etiología genética sin éxito. En algunos pacientes se comprobaron alteraciones en los niveles de neurotransmisores relacionados con el control del dolor, pero no pudo establecerse esto como causa de la enfermedad. También subyacen en la mayoría de las personas que sufren fibromialgia, rasgos de ansiedad combinados con depresión que tampoco pudo determinarse si son causa o bien, consecuencia del padecimiento.

Todas las investigaciones hasta el momento hablan de la multicausalidad de esta enfermedad, que se iniciaría disparando trastornos funcionales musculares que derivan en la inflamación y agotamiento por exceso de tensión.

Aquí vale la pena detenerse para rescatar un concepto planteado en relación al tejido conectivo: los ligamentos, fascias, tendones y músculos, forman una red de tensión tridimensional contínua.

La génesis del tono muscular, atraviesa nuestra historia desde la vida intrauterina y va moldeando nuestro patrón reactivo al medio a lo largo de nuestra existencia. Cuando se establece un patrón de hipertonía que se refuerza progresivamente, los músculos gastan enorme cantidad de energía que genera fatiga; con el tiempo, las fibras musculares se lesionan ocasionando dolor y siendo luego reemplazadas por tejido colágeno de cicatrización, retraído, como cualquier cicatriz, aunque esto se produzca a nivel microscópico.

La hipertonía muscular y la retracción de las cicatrices microscópicas, “tironea” de tendones fascias y ligamentos, provocando dolor en toda la red tridimensional contínua. Esto da un cuadro de situación que puede establecer el cuadro clínico de la fibromialgia.

Puntos dolorosos más frecuentes de la fibromialgia

Abordaje terapéutico

Ante la multicausalidad y la complejidad de este cuadro clínico se hace evidente la necesidad de un tratamiento interdisciplinario.

Disminuir el dolor con medicamentos, suele ser indispensable en algunas etapas de la enfermedad. Pero siempre hay que tener en cuenta los efectos secundarios de algunas drogas para reducir su uso al mínimo y prevenir las consecuencias.

La psicoterapia, para manejar la relación del paciente con su padecimiento y reelaborar la lectura y la respuesta a los estímulos externos, evitando la profundización de los patrones dañinos.

La fisioterapia se orienta a mejorar los procesos de contracturas y otras lesiones asociadas.

El trabajo corporal debe formar parte del tratamiento y ser un recurso de autoconocimiento a través de la percepción del tono miofascial para reconocer las modificaciones automáticas y las posibilidades de modular beneficiosamente la tensión.

Lo que se gestó a lo largo de años, suele llevar años para modificarlo. Esta idea tiene que estar presente en la conciencia de quienes tratan y son tratados para establecer una relación de mutua confianza, perseverancia y dedicación.


Marta Jáuregui es médica clínica y junto al profesor Claudio Cravero desarrolla el método de Esferointegración.

Dolor y polémica

En 1992 la Organización Mundial de la Salud la clasificó como enfermedad reumática, sin embargo han pasado 25 años y sigue siendo una patología poco o mal conocida, y polémica en el ámbito médico. Dado que no puede diagnosticarse mediante pruebas de laboratorio ni radiografías o biopsias musculares, hasta el momento el diagnóstico se basa sólo en los antecedentes clínicos del paciente y en una detallada exploración física. Muchos profesionales tienden a desvalorizar el dolor, atribuyéndolo al estrés, o a patologías psiquiátricas. El debate ha sumado la opinión de sociólogos, antropólogos y hasta filósofos. Y por supuesto, el reclamo de los pacientes.

Aunque no exista un tratamiento curativo hasta el momento, sí hay evidencia de resultados positivos con tratamientos interdisciplinarios y diseñados en forma personalizada que resultan eficaces en la reducción de los síntomas. Se realizan programas de ejercicios aeróbicos, ejercicios de fortalecimiento muscular y de estiramiento, reeducación de la postura global, técnicas de relajación, psicoterapia, musicoterapia, entre otras. Desde el punto de vista farmacológico algunas drogas aprobadas demostraron cierta eficacia en el manejo de los síntomas, otras resultan inocuas o, incluso, contraproducentes.

Para seguir leyendo:

http://www.fundacionineco.org/dia-mundial-de-la-fibromialgia/

http://www.revclinesp.es/en/la-fibromialgia-su-diagnostico/articulo/13077119/

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