Expresión Corporal

Una danza para todas, todos y todes

escribe Raquel Guido

La Expresión Corporal toma  con gusto todo el espectro de la existencia humana que el modelo hegemónico deja fuera, y lo convoca a danzar. La consigna es como una invitación, paso a paso, por lugares del cuerpo, por sensaciones y despliegues de imágenes, que cada quien comenzará a recorrer desde su propia corporeidad, tanto en lo que ésta tiene de dimensión biológica, como de simbólica e imaginaria.

Cuando alguien ve una improvisación de Expresión Corporal, centrada en lo introspectivo, algunas veces, parece avergonzarse y no poder mirar abiertamente lo que la vida ha puesto delante de sus ojos.

Presenciar un acto tan íntimo como danzar desde lo más profundo y en intensa conexión con lo que nos rodea resulta para algunos casi obsceno.

Un despliegue sensual se observa en todos los cuerpos, y eso no es fácil de presenciar. Ni de ver, ni de tolerar. Hasta a la respiración le cuesta a acomodarse a lo que ve…

Pareciera ser que no todo el mundo puede de primera, entregarse a escuchar, y acompañar las rutas por las que el artista del cuerpo nos propone una experiencia de claridad y de oscuridad a la vez. Experiencia necesariamente “cegadora”  en primera instancia, para poder luego, abrirnos la mirada.

Modelos hegemónicos y contra hegemónicos

El modelo hegemónico de la danza,  dentro del marco  de las artes del espectáculo de occidente, se presenta fuertemente ligado a los valores que la modernidad capitalista consolida y cristaliza a través de un modelo particular: éxito, eficacia, fuerza, destreza; con un modelo corporal acor­de: eternamente joven, ágil, fuerte, diestro, resistente, sin arrugas… liso, impecablemente liso…

Dejando fuera “lo otro” en “el otro”: lo deforme, lo loco, lo disca­pacitado, lo débil, lo gordo, lo viejo… Eso implica descartar el encuentro con lo que la vida nos propone en términos de: lo pesado, lo oscuro, lo desconocido, lo diferente,… lo próximo a la muerte, tan próximo que nos espeja desde el futuro.

La Expresión Corporal toma con gusto todo ese espectro de la existencia humana que el modelo hegemónico deja afuera, y lo convoca a danzar. La consigna es entonces, como una invitación, paso a paso, por lugares del cuerpo, por sensaciones y despliegues de imágenes, que cada quien comenzará a recorrer desde su propia corporeidad, tanto en lo que ésta tiene de dimensión biológica, como de simbólica e imaginaria.

Esto dará como resultado la posibilidad de desplegar una danza propia, donde la diversidad se pone de manifiesto en cada hallazgo particular.

Esto implica que —ante lo que en apariencia es una “misma consigna” para todes— los recorridos y los resultantes son singulares y diversos. Quien tenga piernas muy fuertes encontrará y desplegará una danza que ponga en escena esa fortaleza, reve­lándose y poniéndose de manifiesto ante nuestra presencia. Si, en cambio, otra persona es muy flexible, expresará, manifestará, pondrá de manifiesto, esta dimensión de la existencia, a través del interjuego de tensiones que le es propio.

Así mismo la danza de un hombre o mujer de ochenta años, también nos convocará a un encuentro con esa dimensión de la existencia.

Todos los cuerpos, habilitados y habitados se convierten en espacio de manifestación. Es decir, muestran su arte.

Me deleita ver los cuerpos ancianos en “estado de arte”  (concepto alucinante que debemos a Susy Kesselman).

Las imágenes de Kazuo Ohno, por ejemplo, me llevan a otros lugares a través de su  paso, su gesto, su tono, su silencio, su quietud, su movimiento, su conexión. Tan particular  y a la vez  tan universal. Y de un modo al que no tiene acceso un cuerpo joven de veinte años que, por lo tanto, tampoco puede guiarnos o provocarnos desde ese lugar, que aún no le es propio.

También me maravilla cuando veo desplegarse en danza los cuerpos de mis alumnes de 23 o 24 años en estado sensible, transpirando sensi­bi­lidad, captando la diversidad de formas en que cada ser puede jugar su juego y dar a luz.

La Expresión Corporal, desde mi perspectiva, trabaja en una orientación que apunta a habilitar los cuerpos. Partiendo de la conciencia, el recorrido nunca se completa si no habilita el acceso a lo que está más allá de lo que puede ser consciente y dirigido por la razón, en procesos de intelección.

El despliegue poético del que hablo implica un habilitar al cuerpo para que despliegue los contenidos conscientes e inconscientes que aloja y lo construyen. De lo inmemorial a lo que deja huella, de lo que no se puede medir —y sólo ocupa un lugar gracias a la tierra que le ofrece el cuerpo para hacerse figura— a lo que nunca se podrá nombrar. El cuerpo se hace recipiente, fuente y lugar.

Nuevos contextos, nuevas subjetividades

Al pensar en una Danza que exprese la complejidad de las nuevas subjetividades, la Expresión Corporal presenta un espacio particular para iniciar la búsqueda, con un ánimo valiente que anime a perder el rumbo soltando lo viejo para dar lugar a lo nuevo.

La Expresión Corporal tiene en su especificidad la posibilidad y el objetivo de sostener esta experiencia.

Para una actualización de la Expresión Corporal destinada a las nuevas subjetividades que emergen de los nuevos contextos de existencia, es necesario considerar a estos últimos con sus variables tecnológicas, científicas, filosóficas, culturales, económicas, políticas, de las que emergen nuevos valores, nuevas aspiraciones y nuevas prácticas4. Esta afirmación aplicable a todas las áreas que implican la actividad humana es, obviamente, aplicable a la esfera del arte y nos empuja a interrogar nuestra propia práctica.

¿De qué manera influyen los nuevos contextos en la producción artística? ¿De qué modo en la construcción del espectador? ¿Cómo se influyen recíprocamente ambos aspectos? ¿Qué cambios se han producido en la concepción del cuerpo, en las prácticas–técnicas de entrenamiento, en las prácticas sociales? ¿Y de qué manera éstas inciden sobre él? ¿Qué cambios han producido en la percepción, en los cuerpos de artistas de teatro, danza, música, escultura, literatura…? ¿Cómo se plantean las nuevas relaciones entre el cuerpo, el artista, el espectador y la obra o producción?

La Expresión Corporal, en tanto espacio abierto, en permanente construcción y resignificación, puede asumir el desafío de pensarse a sí misma, en cuanto a los abordajes que le son específicos, su estética, sus consideraciones acerca del ser humano y de su producción artística, en íntima relación con los contextos actuales, entendidos como condiciones de existencia; tierra de la experiencia donde el sujeto se construye.

Una antigua relación: música-movimiento

La danza siempre ha encontrado sostén en una relación fundante con la música.

Allí encuentra, una posibilidad de despliegue pero a la vez su propia posibilidad de anulación, en tanto se presente como reiteración de lo ya dado por la música.

Sostengo con firmeza, que la Expresión Corporal en tanto danza, no puede limitarse a ser una mera cor­porización de elementos de la música, a través del movimiento en el tiempo y el espacio, con gestos virtuosos y destrezas, presentándose como un texto sobrescrito y reiterativo de un texto previo.

La aspiración de hallar una danza que implique al ser íntegro, no puede contentarse sólo con ser una reiteración lineal ya sea de la música o de un relato preexistente.

Sugiero intencionar el trabajo buscando una danza que “suceda”, que “esté ahí” mientras la estamos presenciando.

La Expresión Corporal, con su abordaje particular, apunta a hacer pasar la música, las imágenes, las sensaciones, los textos… por el espesor del cuerpo, por las partes, por el todo, combinando ­­—por el movimiento del azar­— energías, desplazamientos, flujos, sentidos y sin sentidos, inspiraciones y exhalaciones, silencios…resultando así una danza que implica al ser íntegro en su aquí y ahora, y no solamente una danza que surja del intelecto humano.

 

La Lic. Raquel Guido es Profesora de Expresión y Lenguaje Corporal, nivel terciario. Lic. en Composición Coreográfica, mención Expresión Corporal (UNA) Profesora de Artes, Danza, mención Expresión Corporal (nivel universitario, UNA). Docente de grado y posgrado UNA (Departamento de Artes del Movimiento) UBA (Facultad de Filosofía y Letras, Carrera de Artes). Investigadora de la UBA UBACyT

2 comentarios en “Expresión Corporal”

  1. Una mirada especial, innovadora y con apertura que invita a un viaje interior desde lo corporal hasta el encuentro con el Alma y desde ahí hacia el universo de Todes. Gracias x ésta publicación que nos ayuda a crecer!

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